INTRODUCCIÓN
Probablemente sepas «apretar a la derecha, aflojar a la izquierda», pero hemos reunido algunos consejos adicionales para ayudarte a perfeccionar tu técnica con el destornillador y evitar la ira del tornillo con la cabeza comida.
PASO 1: SELECCIÓN DE LA PUNTA
Diferentes cabezas de tornillos requieren diferentes tipos de destornilladores. Ya sea Phillips, estándar industrial japonés (JIS), Pozidrive, Torx, Triwing o Flathead, usa la punta correcta para su aplicación.
El uso de una punta que se «parece bastante», como girar un tornillo Phillips con una punta de cabeza plana, a veces puede sacarte de un aprieto, pero sobre todo es una receta para tener problemas.
Intenta usar un conjunto de puntas intercambiables, dispones de varios kits en el mercado, por ejemplo el kit de 64 puntas para reparación de componentes electrónicos o el kit de puntas universales para aplicaciones más grandes.
PASO 2: SELECCIÓN DEL TAMAÑO
Un destornillador del tamaño correcto debe llenar la cabeza del tornillo, utilizando tanto la profundidad como el ancho total del casquillo.
Los principiantes suelen cometer el error de utilizar una punta demasiado pequeña. Un destornillador demasiado pequeño se desliza con facilidad, dañando la cabeza del tornillo y dificultando su giro posterior, incluso con un destornillador del tamaño correcto. Una punta de gran tamaño encaja en el tornillo solo superficialmente, si es que lo hace.
Cuando encuentres una punta que le quede bien, compara el siguiente tamaño hacia arriba y hacia abajo antes de continuar.
En general, utiliza el tamaño de la punta más grande que encaje perfectamente en el tornillo.
PASO 3: USO APROPIADO
Mantén tus puntas en buenas condiciones de funcionamiento usándolas solo como fueron diseñadas.
Evita usar destornilladores como herramientas de palanca improvisadas o cinceles.
Hacer palanca con un destornillador puede doblar o romper la punta, haciéndola inútil para girar tornillos.
Cincelar con un destornillador puede deformar la punta. Un destornillador dañado, ya no encajará perfectamente en la cabeza del tornillo, lo que provocará deslizamientos (y tornillos con la cabeza comida).
Para evitar estropear los tornillos, utiliza únicamente destornilladores que estén en buenas condiciones.
PASO 4: PRESIÓN EJERCIDA
Ejerce una presión descendente continua para mantener la punta del destornillador en contacto con el tornillo.
Un agarre débil o la falta de presión harán que el destornillador simplemente se salga de la cabeza del tornillo en lugar de girar el tornillo.
PASO 5: MANTENER LA POSICIÓN
Mantén el destornillador en línea recta con el tornillo, con el eje directamente sobre la cabeza.
Sostener el destornillador en ángulo crea un mal ajuste entre el destornillador y la cabeza del tornillo por lo que, el resultado, será el deslizamiento y probable daño al tornillo.
A veces, el tornillo en sí, necesita entrar en la superficie en ángulo. Mantén el destornillador en la posición correcta en relación con el tornillo, en lugar de con la superficie en la que va a entrar.
PASO 6: COLOCACIÓN CORRECTA
Cada vez que instales un tornillo, primero gíralo en el sentido contrario a las agujas del reloj (como si lo quisieras aflojar) para asentar el tornillo en el orificio de inserción. Gira lentamente hasta que sienta que el tornillo se nivela y se hunde un poco, luego detente.
Ahora es seguro apretar el tornillo. Un tornillo correctamente instalado girará fácilmente hasta que esté completamente apretado.
Un tornillo mal enroscado se vuelve cada vez más difícil de apretar, porque las roscas desalineadas cortan las roscas en el orificio del tornillo y causan daños permanentes. Esto se conoce como «cruce de hilos».
Si el tornillo no se aprieta con facilidad, retíralo y vuelve a colocarlo con cuidado, y vuelve a intentarlo.
PASO 7: FUERZA Y TORSIÓN CORRECTAS
Por último, ejerce la fuerza de torsión adecuada al apretar los tornillos. Un tornillo correctamente apretado quedará ajustado, pero no tanto como para que el destornillador comience a resbalar.
Esto es en gran medida una cuestión de sensaciones, por lo que tu técnica mejorará con la práctica.
Los tornillos más pequeños generalmente requieren menos torsión; apretarlos demasiado puede dañar sus roscas.
Los tornillos muy pequeños, como los que se usan en teléfonos, requieren muy poca fuerza de apriete. Tan pronto como sientas resistencia, dale otro cuarto de vuelta o menos y luego detente. Por el contrario, los tornillos destinados a fijación y sujeción, especialmente de partes pesadas, deben estar bien apretados para evitar que las estructuras se muevan o descuelguen.
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